21 de enero de 2010

Mi mente me domina.

Entre el calor de este enero de asfalto, el dolor de mis piernas y las esperanzas de escaparme algún fin de semana, transcurro la época del año que más me gustó desde chica. Con ganas de transformar mi mente, mi cuerpo y mi espíritu. Leyendo de a dos libros y tomando mucha agua. ¿Qué fue lo que pensé 6 meses atrás? Seguramente no eran vacaciones. Y me siento feliz de tener una persona que me abraza cuando lloro, a quién no le escondo nada. Y a quién puedo decirle sin cansarme lo hermoso que es. Lo que disfruto con mirarlo a los ojos, deteniéndome en cada rasgo de su cara. ¿Qué fue lo que pensé 6 meses atrás? En sentir este amor, en conocerte, tenerte y que no te vayas más. Y febrero pasa rápido frente a mis ojos, mojándome los pies y despeinando mi flequillo. Con las mismas incertidumbres que ayer, pero con esperanzas de un nuevo trabajo. Un amor que se reconoce cada día, se desencuentra y vuelve a empezar. Pensando que marzo me espera con teatro y quizá con nuevo hogar. Pero rogando que mi mente me deje tranquila y pueda ayudarme en vez de tirarme para atrás. Y si no llega nuevo trabajo, si no logro mudarme de casa, quizá me esperen distancias mas largas y un encuentro conmigo misma.
Es que hace dos años aprendí como funciona, pero aún no sé hacerla funcionar.




No hay comentarios.: