El miércoles después de llegar justo a la combi, sin antes
reventarle la puerta al taxista por el
apuro, me senté al final, solita y al oscuro. Cuando bajé la aceleración,
resonó en mi cabeza la pregunta: ¿Qué es el teatro para mí?... ¿Qué es el
teatro para mí?... llegué a Monte Grande sin tener una respuesta, sólo algunas
imágenes vagas. Comí fideos
descongelados, me acosté y me dormí. En medio de la noche me levanto llorando,
angustiada, tuve alguna pesadilla con llaves y autos, nada que pueda entender…
y la pregunta otra vez. ¿Qué es el teatro para mí? Me puse a llorar, con tanta
angustia, con ruido, con todo.
¿Qué es el teatro para mí? Para mí el teatro es la distancia
que hay entre este lugar y mi casa, es todos los colectivos que me tomé y todos
lo que me voy a tomar para llegar acá. Es este bolso que traigo cargado de
vestuario e ideas y vuelve a casa lleno de frustraciones. El
teatro es tratar de encontrarme adentro de esta ropa, en estos zapatos y en las
palabras de otros. El teatro para mí es querer que me quieran, es insistir
aunque duela…