Con tantas ganas de escribir y poder dejar en este espacio todo lo que soy, todo lo que siento, todo lo que es mi vida, mi cuerpo... todos mis pensamientos.
Serán felices los que triunfan en cada cosa que emprenden?
Serán?
Seré feliz en esta casa, escuchando música el domingo a la noche?
Seré feliz después de haberlo perdido y haberlo encontrado?
Seré feliz a los 27 años? con un futuro incierto profesionalmente?
Qué debo preguntar?
Qué debo sentir?
A quién debo admirar?
Hacia dónde debo mirar?
Cómo debo hacer?
Tiempos de incertidumbre me nublan, pero ya todo es distinto.
Dejar acá aunque sea parte. Todos los pensamientos que por día ocupan mi cabeza. Tan difícil... como seguir sabiendo que vos estás así. No entiendo nada. De la vida, de mi cuerpo, del amor. De lo que aún duele, de las dudas que tengo, de porque las tengo. Querer olvidarme de todo un momento, todo eso que cargo al pedo, lo que llevo en mis hombros lo que me causa dolor de cabeza. Pensar de menos, usar más la intuición. Intuición ven a mí. Olvidarme del otro, centrar mi vida en mis pies. No querer encajar en un mundo que no consigo entender. Y todo, sin perder la cordura. La que hoy me hace mujer, me hace argentina, me hace insegura. La cordura que hoy me hace ocultar que soy media...
Y mis 27 años que me enseñaron a ser feliz, a disfrutar del momento y de lo que tengo. A amar a este compañero de vida que tengo, a su cuerpo que le hace a mi cuerpo sentir las cosas más hermosa. A su vida que es la mía. A todos los sueños que depositó en el centro de nuestra vida. Y todos los sueños que disfruto tener hoy, sin importar si mañana podrán llegar a ser película.
Y este subibaja que es la vida. Y que esta vida subibaja tiene dentro minisubibajas que se ocupan del amor, del auto estima... a veces estás arriba, a veces abajo.
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