4 de mayo de 2005

El tren

Interpulan parecía mas hermoso de lo habitual, las grandes casas escondidas en inmensos bosques dictaban una idea mas amistosa bajo el sol de la mañana. Faltaban treinta minutos para las diez (hora de partida del tren) y ninguna de nosotras podíamos disimular la alegría que sentíamos frente al viaje. Reunidas en un pequeño grupo en el banco de la inmensa estación, yo era la mas distante. En mi cabeza aún flotaba el recuerdo de aquel libro del cual me había desvinculado frente a mi amiga Lee. Mil pensamientos me sobrecargaban el razonamiento y trataba de no desesperar. No contaba con que una de aquellas frases viajeras en mi cabeza quería significar peligro. Otra vez, manipulada por una fuerte curiosidad, ideé en mi cabeza un mapa del lugar contando cuantas calles nos separaban de la casa de Novak, cuantos minutos tardaría en caminarlas, qué excusa inventaría, donde escondería... Y desistí, desistí porque yo no soy aventurera, o al menos, alguien en algún momento me hizo creer eso. Y para no luchar contra las fuerzas naturales del destino y no darles vuelcos inesperados a las historias, me quedé sentada entre Luna y Parvati, escuchando diversas historias atiborradas de gestos.

- Ahí viene!- gritó una niña rubia a diez metros nuestros- Viene el tren!
Era evidente que no solo nosotras estábamos esperándolo. El andén, que ya tenía sus años, estaba sobrepasado de gente. Padres con sus hijos, novios que eran una solo cosa, grupos de jóvenes, todos un gran murmullo de voces, un gran tumulto de colores.
Entre abrazos apretados nos despedimos del padre de An y nos adueñamos de los asientos del medio del vagón que había parado frente a nosotras. Acomodamos los bolsos, acomodamos la emoción y emprendimos viaje a CampKintu.

Sonaba Crying de Aerosmiht de fondo...

I was Cryin' when I met you
Now I'm tryin' to forget you
Your love is sweet misery
I was Cryin' just to get you
Now I'm dyin' 'cause I let you
Do what you do down on me


Cerre los ojos y sentí como la canción levantaba mi animo, su energía era poderosa.
Me encantaba. Unas horas mas tardes, CampKintu nos recibia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

y?????? que más???? no podes dejarme asi....y ahora?????, que pasa en ese camping???quiero mas!!!!!!!!

Anónimo dijo...

ey!!!!!!!!soy yo la que quiere más!!!quien creian??????

Anónimo dijo...

quisiera estar ahora, en este momento, en ese banco de estacion y tenarlas a todas al rededor abrazandome fuerte...aveces me hace muy feliz que me abracen, lo sabian???

Anónimo dijo...

entonces tendras abrazos...