A.

"... estamos en casa, creo que es después de almorzar porque entra una luz brillante por la ventana más grande, papá le está dando la espalda. A y D están sentados en el sillón bordó, mientras mi mamá y yo levantamos la mesa. En eso, veo dos tabletas de chocolate que están a medio comer, como todas chupadas por fuera. Había sido A. Inmediatamente la ira. Empiezo a decirle que es una inútil, que cómo va a comer el chocolate así, que lo desperdició... SOS UNA INÚTIL! Me pide perdón, dice que no se dió cuenta...Llora sin consuelo. Yo también. Me pasé, soy una bruta. Subo a mi cuarto y me acuesto en mi cama... Lloro..."

Ahora! Una voz interrumpe mi sueño y levanto la cabeza de la almohada como si esta me quemase. Fué un sueño, el más tonto, el más profundo. Me doy cuenta que hace unos años, trataba muy mal a mi hermana. Me lleno de tristeza y arrepentimiento, siento todo ese dolor que ella sentía cada vez que la lastimaba con comentarios inútiles. Me alegro que ya no sea así, aunque se que a veces quedan residuos de esa Victoria que fuí. Me prometo a mí, que ya va a desaparecer completamente. Pienso en A, en su sensibilidad, en su dulzura, en su belleza interior, en esa sonrisa que invita a la felicidad. Y con eso, la revelación! CELOS! Estaba celosa de ella... de su inteligencia, de su belleza, de su bondad desinteresada. CELOS! Que felicidad descubrirlo, poder decírselo, poder pedirle perdón. Que felicidad poder decir que en los años que restan voy a borrar con mucho amor, las angustias que causé a ese corazón.

A, Te pido perdón aunque sé que tu misericordia no tiene límites. Quiero que sepas que me arrepiento de todas las veces que te lastimé. Que soy consciente de ellas, que están en mis sueños. Pero es una sensación hermosa saber que ese camino lo dejé atrás y hoy intento ser otra mujer. Me siento tan feliz... y mejor aún me siento cuando sé que todavía me falta aprender mucho más de tu SER. Enseñame.

[Creo que la voz que me despertó fué mi ángel, él quería que encuentre algo en este sueño, y lo logró]