Dos almas.

En una plaza de un lugar muy conocido, dos almas toman una cerveza mientras ella espanta a las palomas que quieren robar la comida. Él la mira con la mirada mas dulce y sincera que tiene. Se confiesa, se arrepiente. Quiere volver a empezar. "No dejé de pensarte"..."Quiero despertarme y verte otra vez en mi cama, a mi lado"..."Daría cualquier cosa por haberte dicho esto antes". Ella sabe que es tarde, siente esa certeza en el medio del pecho, choca con el dolor de tener que romper una esperanza. Quiere decir no, mirándole a los ojos y hace el esfuerzo más grande para no llorar. Igual llora un poco, y enseguida se rie. "...Que hermosa se ve riendo y llorando al mismo tiempo.." piensa él. Las luces se vuelven amarillas y el frío se siente, pero dentro. "Bueno V, ya está, no llores, no sufras, yo voy a seguir con mis cosas"... "Vamos?". Él quiere llevarla a su casa en auto, aunque sea la última vez. "...Cómo negárselo?..." Como negarle un deseo a ese alma tan suave, cálida. Como negarle a él un último paseo, un semáforo rojo. Un beso más, en la palma de la mano. Y juntos caminan por la plaza abrazados como dos enamorados... se besan en las manos, en la frente. Se abrazan por última vez. Y viajan en silencio y hablan de otras cosas. Ella se baja del auto... "Mandá mensajito cuando llegás", él le contesta "Sos una mujer increible, que nunca, nadie te haga olvidar de eso"..."Llamame si algún día..."