4 de junio de 2008

RII

Rodolfo habia tenido 54 años de amor.
Los catorce le habían traido nuevos vecinos, mucho alboroto y ese amor sentado en la parte trasera de un coche viejo. Un pelo castaño liso. Un flequillo recto y ojos grandes. Era tan menudita que cuando la vió por primera vez quizo protegerla para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmmm qué te estará pasando por esa cabeza?? me gustaria llegar y verte sentada, y que sonrias, o no, pero saber que te pueda hablar y en una de ésas capaz te hace bien. La vida es diferente ahora, y extraño el olor a invierno del año pasado, a fotos, a otra risa. Sos una gran amiga, y respeto que ahora estes en un proceso, pero no dudo que llegará ese momento en el que nos sentaremos a tomar un rico vino, y a reir.

te quiero muchisimo, y nunca te olvides de mis frases, que no hay nada que te mate.